La entrada de hoy es una reflexión sobre la relación de las Pymes con sus clientes, en nuestro caso, UKlientes. 🙂
Debido a las nuevas tecnologías y la sociedad de consumo y de “lo quiero para ayer”, las empresas que “pegan” primero son las que se llevan el gato al agua. Por este motivo, es importantísimo estar atento a las necesidades de nuestros clientes; conocer cómo evolucionan y así ofrecerles un producto o servicio para esa nueva necesidad.
¿Cómo podemos conocer estas nuevas necesidades de nuestros clientes? Es muy sencillo, sólo tenemos que estar con los ojos y oídos muy abiertos para detectar las señales que los clientes nos envían. Además, en el caso de Pymes y empresas pequeñas, en este aspecto tenemos una ventaja frente a las grandes multinacionales: la cercanía. Y tenemos que explotar al máximo esta fuente de información.
Para ello, preguntaremos a los clientes de más confianza y que lleven más tiempo con nosotros sobre cómo podemos mejorar nuestros servicios. Una vez que tengamos detectado a quién queremos preguntar, deberemos decidir qué es lo que nos interesa: cambios a largo plazo, corto, mejoras en un producto concreto, etc.
Cuando tengamos claro qué queremos saber deberemos planificar cómo conseguir esta información: visita, llamada, email, etc. Tú conoces mejor que nadie a tus clientes. Una vez nos hayan contestado, les daremos las gracias por el tiempo prestado y por la sinceridad con la que nos han atendido.
Finalmente, con toda la información recibida realizaremos una evaluación con los datos que más relevantes y de más valor
Al principio puede que nos dé vértigo exponernos a las críticas de nuestros clientes, pero ten claro que seguro que no será tal malo. Y piensa que una pequeña sugerencia puede encendernos la chispa para un nuevo servicio o producto.
¡Preguntar es de sabios!